¡qué Te pensás!

Sin título
Grabado en relieve. 2014

Esclavos

Están en primera plana, uno al lado del otro, las rodillas sucias, desnudos, encorvados, con heridas que los cruzan de lado a lado. Adán y Eva detenidos, dice el titular. Y algo así, en el pueblo, va con tipografía catástrofe. Se tapan los genitales con las manos y el pelo de ella, con briznas de pasto, está volcado hacia adelante para que no se le vea la cara. En la nota de adentro hay más fotos: la carpa inmensa erguida en el descampado y ellos, muy distintos a los esmirriados de la tapa, tienen trajes ajustados, brillantes, sonrisas de show y los cuerpos tensos, hechos para la pirueta y el aplauso. Vinieron con el circo.
El mandamás habla solo con la lengua dormida, se tambalea por la calle y lo sorprende la foto del diario cuando sale a comprar víveres. Agarra uno, dos, cinco, la pila completa de ejemplares. Qué se meten, qué les importa. Los compra todos, pero es inútil, la noticia ya está en Internet y en el canal de tele local. Pide una botella de ginebra y se encierra en la casa rodante. Llora con los dientes apretados frente a la foto de su mujer, ahora desnuda para todos, y el malabarista. Recuerda cómo se estaban matando entre los fardos de los animales cuando los encontró y los gritos que pegaron después, mientras les dio sin asco con el látigo hasta que se le escaparon. ¿Me quieren cornudo?, me van a tener cornudo, dice y se tantea la cintura.
Se saca el pedo con pala, se ducha y va a la comisaría. Paga una fianza insignificante y, para mayor escarnio, los exhibe disfrazados con la ropa de los enanos. Banquenselá, mierdas. Les anuncia a los periodistas de guardia que habrá función al día siguiente. Las localidades suben el precio, se agotan, se revenden, se llena de gente que quiere ver escándalo real. El mandamás cuenta la plata y les muestra el revólver. De ahora en más, si quieren seguir vivos, tendrán que hacer el numerito de los amantes en cada pueblo que pisen.