¡qué Te pensás!

Sin título
Acuarela sobre papel. 2013

Viajante

Para Alberto Siebenthal

Baja la ventanilla y se llena los pulmones. El aire está limpio y el campo, herido por la tormenta de la víspera, huele a verde picante. Los carteles del costado de la ruta hacen una cuenta regresiva, adivinan que él no está de ánimo para contabilizar cuánto hizo, sino lo que falta. Indican que aún quedan doscientos kilómetros. Ya lo sabe y corrige la cifra: suma tres más que van desde la circunvalación a su casa. Doscientos tres kilómetros es un gran viaje para los que miden el espacio en cuadras, pero para él, que en la última semana manejó más de cinco mil, es una nada, un envión, un trayecto equivalente al que haría un oficinista cuando se baja del colectivo, se afloja la corbata, tantea las llaves y camina hasta su puerta para terminar la jornada.
Va a llegar de noche. Se imagina la seguidilla que lo espera: apenas abra la puerta del auto se le va a abalanzar el perro con una bienvenida torpe y jadeante. Las nenas van a salir corriendo y su mujer, tras ellas, las va a reprender porque están en la vereda descalzas, en camisón y con el pelo mojado. Pero los retos y las risas se van a terminar fundiendo en un mismo abrazo de voces y besos con olor a shampoo de manzana. Adentro aguardarán los vapores de la cena. La realidad de cuentas, obligaciones y resultados de análisis podrá esperar hasta el día siguiente. Hoy sólo habrá clima de reunión.
El auto avanza sin tregua. Por fin se impone la estructura del gran puente. Del otro lado del río el horizonte parece un humo rojizo: son las luces de casa. Quiere cruzar cuando lo detiene un embotellamiento. Hay balizas y oficiales de prefectura. La tormenta cortó tres tirantes y estará cerrado el paso mientras lo arreglen: tomará días. Una fuerza lo imanta a la otra orilla, cruzaría a nado si tuviera branquias. Su cuerpo se resiste a marcharse. Con ese peso va a dar toda la vuelta por tierra. Ahora son setecientos kilómetros los que lo separan de la familia. Para llegar, tiene que alejarse.